Crónica de la MiniCon VOYAGER 20 años

 
 
El pasado sábado 20 de junio se ha celebrado en el hotel Via Lusitana de Madrid, que ya había sido sede en años anteriores de convenciones monotemáticas de Star Trek, Galactica y Doctor Who, la Minicon que celebraba los 20 años del estreno de Star Trek Voyager. Un día dedicado a la cuarta serie de Star Trek en la que también tuvieron cabida algunas otras cosas como ya veremos.
 
 

 
 
Las actividades de la mañana empezaron con un poco de retraso, ya que los preparativos técnicos y de decoración duraron algo más de lo previsto. La convención se inició pasadas las 11 de la mañana con el concurso ¿Quién es quién? dedicado en exclusiva a Voyager y en el que aunque al principio hubo quejas de la facilidad de los personajes a adivinar, más tarde se demostró que los más difíciles no los acertaba nadie, incluso los más conocedores de la serie… y es que han pasado 20 años.
 

 
 
 
Se continuó con la charla de nuestro socio Javier de Miguel sobre los hologramas en Voyager, en la que pudimos reflexionar sobre los distintos aspectos de la tecnología holográfica de Star Trek; tanto técnicos como filosóficos y morales: ¿Es  tan fácil crear un programa holográfico? ¿Cuánta energía se gasta en ello? ¿Tiene conciencia un holograma? ¿Desconectarlo se puede considerar como un asesinato o una ejecución?
 
 

 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
Tras un pequeño descanso para aprovisionarse de bebidas y aperitivos, ya que el mediodía se sobrepasaba por mucho, llegó el momento emocionante (aunque también divertido) del homenaje a Leonard Nimoy, presentado por Luis Santamaría en el que los más mayorcitos pudimos recordar a una de las figuras más importantes de nuestra infancia y a su vez los más jóvenes pudieron conocer un poco más a este gran actor y lo que representó para el mundo trekkie. Fotografías, videos e historias que fueron pasando por la pantalla mostrando a una persona tan polifacética y humana como Nimoy y su trabajo como actor, director, fotógrafo e incluso cantante; y en los que también pudimos ver a otros personajes queridos que poco a poco se nos han ido marchando como De Forest Kelley, James Doohan o Majel Barrett.
 

 

 
 
Y sin darnos cuenta habíamos sobrepasado las tres de la tarde y había  que comer. En esta ocasión el hotel nos habilitó una mesa en la que corrieron las maxi ensaladas, los bocadillos, las hamburguesas… y las jarras de sangría, que terminaron por agotarse. Una lástima que con el retraso que se iba acumulando no hubiera tiempo para un café en condiciones en los sillones “fagocitantes” del bar del hotel.
 

 
 
La primera actividad de la tarde consistió en el visionado rifeado por el simio Mololo del episodio de Voyager Live Fast and Prosper, en el que un grupo de estafadores se hacen pasar por los tripulantes de la nave de la Federación para cometer delitos. 
 

 
 
Tras resolver algunos problemas técnicos llegaba la segunda charla de la convención, que dio la señora rubia que escribe esta crónica que con el título de Perdiéndose en el espacio desde los tiempos de Homero, se daba un pequeño paseo por las historias de personajes que se han perdido primero en el mar y luego en el espacio, tanto en la leyenda como en la literatura y en el mundo audiovisual. Una ocasión más para los mayorcitos, que pudimos recordar juntos series como Ulises 31 o Espacio 1999.
 

 
 
Muy entrada ya la tarde se realizó la mesa redonda con el tema Voyager, ¿la hermana pobre de Star Trek? Moderada por Javier de Miguel y en la que participamos varios socios del Cochrane. A mi parecer fue la actividad estrella de la convención, porque no solo se habló de la serie en cuestión sino de otras series de Star Trek y las relaciones de unas con otras y, lo más importante, porque hubo una gran participación del público. Los temas de la mesa redonda siguieron un rato durante el descanso que precedió a la cena y que fue casi el único momento de charlas distendidas de la tarde al haberse cancelado por problemas de horario la que iba a ser la última actividad pública de la Minicon, la proyección del panel de Robert Picardo de la Espatrek de 2007.
 

 
 
Llegó el momento de la cena cocktail, servida en la terraza del hotel y, dada la fecha y la hora, con la presencia de luz diurna, al menos al principio. Tras dar buena cuenta de los mini bocadillos, sándwiches, canapés, chorizo a la sidra y otras viandas regadas con refrescos (que con el calor reinante venían bastante bien), cervezas y vinos, llegaba el concierto de Cheve en el que pudimos escuchar durante algo más de dos horas de diferentes canciones de su repertorio. El hotel se portó bastante bien en esta ocasión porque se sobrepasó la hora convenida de cierre de la actividad.
 

 
 
Y ya solo quedaban las despedidas de los que nos íbamos a casa y los que se quedaban a dormir o… bueno, digamos a pasar la noche en el hotel.
 

 
 
Mi opinión personal de esta minicon ha sido positiva, especialmente por el interés de las actividades y la participación del público tanto en las charlas como en la mesa redonda, lo que me demuestra una vez más que el mundo de Star Trek sigue teniendo peso y cabida dentro del mundo friki  (palabra que no me gusta, pero creo que se entiende). Un aspecto a reseñar es que la asistencia de público no ha sido tanta como inicialmente se esperaba (por la mañana basicamente estábamos los miembros del club organizador) quizás estuviera relacionado relacionado con la fecha: Exámenes, buen tiempo que no anima a pasarse el día dentro de un hotel… 
 

 

 
 
Aunque yo creo que es posible que la gente a la que iba destinada esta convención, es decir, público aficionado a la ciencia ficción que no tenía por qué ser conocedor en profundidad de Voyager ni de Star Trek, pudiera conocer un poco de forma divertida e interesante cosas relacionadas con este mundo, que tal vez ahora solo “les suena”. Yo creo que el formato de mini convención (minicon), intermedio entre las convenciones de fin de semana (profesionales o de fans) y las quedadas de amigos aficionados a una serie o franquicia, es un modo divertido y barato de disfrutar y de dar a conocer diferentes mundos imaginarios. Lo que ha sido esta me lo confirma, como también me lo confirmó el Tea&TARDIS whovian que se hizo hace dos años en el mismo hotel. 
 

 
 
Solo queda dar las gracias a todos los que contribuyeron a construir este evento desde cualquier faceta: coordinación, logística, técnica, propuestas, ejecución de actividades, comunicación, aportación de colecciones para exposición,  etc, etc.
 

 
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¡¡Muchas gracias a Nieves por la crónica y Esteban y Martha por las fotos!!
 
… por cierto, que en la propia MiniCon aprovecharon para enrolarse en el Club nuestras amigas Marie y Amanda: ¡¡bienvenidas a bordo!!

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